Lucia Soliño Alonso: Hace solo una semana que adopté a una perrita con mi mismo nombre. Luci ahora se llama Puça…oficialmente todavía es Luci, pero yo le llamo Puça porque es como una pulguilla: saltarina y pequeñita. Se porta muy bien. Bueno, ha mordido hasta romperla su correa (ahora le he comprado una cadenita) y aunque podría haberse escapado en ese momento volvió a mi lado moviendo la cola en cuanto la llamé…¡Es más buena…! No hace sus necesidades en casa, ladra poquito, no protesta por nada, es muy cariñosa y se lleva muy bien con perros y humanos, especialmente niños. Aunque también tiene carácter, lo cual está bien. En solo unos días ha dejado de ser una perra temerosa que agachaba las orejas cuando se cruzaba con alguien a ir paseando con el rabo en alto, contenta, atenta a cada ruido, a cada cosa nueva que ve. Se ve que aunque lo haya pasado mal, tiene muchas ganas de ser feliz. Es una buena lección a aprender de ella, sin duda!
Aquí dejo una fotillo en casa, a la vuelta de uno de nuestros paseos matutinos. ¿A que está guapísima?
Muchas gracias por todo a “El Cau”
Lucía